El Real Jardín Botánico recupera todo su esplendor

Real Jardín Botánico

El Real Jardín Botánico recupera todo su esplendor

La empresa constructora Diaz Cubero ha finalizado los trabajos de restauración, recuperación y conservación del Real Jardín Botánico de Madrid.

Las actuaciones se han llevado a cabo en tres partes distintas y muy focalizadas, donde la empresa de construcciones ha conseguido devolver el máximo esplendor a un lugar emblemático de la Comunidad de Madrid como es el Real Jardín Botánico.

La intervención más destacada del Real Jardín Botánico

La actuación llevada a cabo sobre los más de 30 fontines que posee el jardín es de los procesos más destacados de la intervención de Diaz Cubero en Madrid. Un proceso de limpieza donde se ha retirado el surtidor de gratino y se ha reparado el bazo. La instalación hidráulica ha sido reemplazada por completo, quedando culminado el proceso de reparación de estos elementos con la fabricación de nuevos en bronce como son los surtidores y recubrimientos del bazo.

Además, se ha procedido a reparar y fabricar nuevas lañas, quedando reemplazas las antiguas y deterioradas piezas por unas nuevas piezas decorativas realizadas en forja.

Reparaciones en la Forja del Real Jardín Botánico

La reparación efectuada por la empresa de construcción Diaz Cubero en los daños sufridos en los elementos de forja del jardín son una realidad.

Las pérgolas forman parte de los elementos más destacados de todo el clave, estando presente desde el comienzo con su emparrado tan característico de 300 metros de longitud que daban forma a los paisajes florales. Estas se han visto sometidas a un proceso de reparación y limpieza denominado «chorreado de arena» siendo efectuado por los operarios de la empresa de Alcalá de Guadaíra. Gracias a este proceso se ha conseguido eliminar los restos de otros materiales y mejorar el metal. Con el paso de tiempo, las piezas se han visto alteradas por reparaciones y cambios, tras el proceso de Diaz Cubero se ha devuelto al diseño original consiguiendo recuperar la fuerza y forma de cuando estas se diseñaron.

Los cerramientos históricos del siglo XVIII de piedra granítica y basas de piedras calizas colmenar con cerramientos de forja han padecido un proceso de restauración integro, siendo limpiados con líquidos y biocidas para posteriormente proceder a restaurar toda las piedras. Los elementos de cerrajería han sido desmontados y reparados en un taller especializado, los procesos de limpieza, restauración y creación de los elementos han sido siguiendo los procesos tradicionales devolviendo las piezas al estado original y recolocadas en su lugar de origen.

Estos trabajos se vieron incrementados debido a los daños que sufrió el Real Jardín Botánico al paso de la borrasca filomena por Madrid, donde hubo que reparar más piezas y elementos de los previstos en el proyecto original.